¿En qué afecta el matrimonio igualitario a la libertad religiosa y a las convicciones personales?

Sería interesante saber cómo afecta el matrimonio igualitario a las confesiones y organizaciones que no aceptan tales uniones


Diversas organizaciones y personalidades conservadoras y religiosas australianas han exigido que se respete su libertad y su modelo de vida, tras la victoria de la consulta que dio el "sí" al matrimonio igualitario.

Entre esas personalidades se encuentra el arzobispo anglicano de Sidney, que hizo campaña por el "no". Afirma que  “uno de los puntos sobresalientes de la democracia y la dignidad humana es la libertad de expresión, la libertad de la fe y la libertad de conciencia". Intentando insinuar que el matrimonio igualitario pretende mermar los derechos de otras personas y a inmiscuirse en la vida privada de otros.

Por su parte, la Conferencia de Obispos Católicos de Australia se pronunció ante la posibilidad de que los matrimonios homosexuales sean legalizados en el país oceánico y señaló que los parlamentarios deben velar porque también se respete y proteja la libertad religiosa de quienes ven el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. "Los parlamentarios deben reconocer y respetar las preocupaciones de los más de 4,8 millones de australianos que se opusieron a un cambio en la definición de matrimonio, estableciendo protecciones a la libertad religiosa y de conciencia”, indicó la organización episcopal católica australiana.

Dice el refrán que "piensa el ladrón que todos son de su condición". Pues bien, durante años, esos mismos que hoy exigen "libertad", lucharon y no permitieron la libertad de otras personas. No permitieron que una pareja homosexual fuese reconocida legalmente y lucharon contra sus derechos civiles o criticaron e incluso lucharon porque iglesias y otras confesiones inclusivas no pudiesen realizar matrimonios religiosos homosexuales. Esas personas que ahora se rasgas las vestiduras, no defienden ni defendieron que otras personas viviesen según sus convicciones ni respetaron la libertad religiosa. Incluso se atrevieron a etiquetar y a impulsar leyes para evitar que fuesen cargos públicos, recordemos la purga administrativa en muchos estados de EEUU contra los profesores que convivían con parejas de su mismo sexo.

Pero tranquilos, nosotros no somos como ustedes. El matrimonio igualitario no merma la libertad nadie, solo amplia que más personas convivan conforme a su vinculo emocional y sus convicciones personales (sean éticas, morales o religiosas). Estos matrimonios solo son de obligatoria celebración en las instituciones públicas, las confesiones religiosas inclusivas o no inclusivas podrán decidir si quieren o no realizarlos.

En una sociedad abierta, plural, diversa y democrática es de responsabilidad ciudadana y madurez democrática el respetar que cada persona viva conforme a sus convicciones y a que sus derechos sean reconocidos. Oponerse a que una persona homosexual pueda casarse con su pareja es como oponerse a que un cofrade sacase un trono en Semana Santa. Hay gente que no cree o no le gusta la Semana Santa, cosa respetable, pero eso no le da derecho a impedir y prohibir que otros puedan celebrarla y vivirla conforme a sus ideas religiosas. Lo mismo pasa con el matrimonio igualitario; no te gusta ni te casarías nunca con alguien de tu mismo sexo, pero respeta a los que sí y que quieren vivir sus vida.